Capítulo 18: Las ambiciones globales del Partido Comunista Chino (Parte 2)
Tabla de contenidos
3. “Guerra sin restricciones” con características comunistas chinas
a. El PCCh promueve la cultura del Partido en todo el mundo
b. El Departamento de Trabajo del Frente Unido apunta a desintegrar el mundo libre desde dentro
c. La guerra económica sin restricciones es la artillería pesada del PCCh
d. El PCCh usa las masas para espionaje
e. La guerra sin restricciones toma muchas formas
4. El “Modelo de China” y su impacto destructivo
5. Lecciones aprendidas y la única salida
a. La política de apaciguamiento fue un grave error
b. ¿Por qué Occidente se equivocó con China?
c. ¿Cuál es la salida?
Referencias
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3. “Guerra sin restricciones” con características comunistas chinas
En el proceso de hacer realidad sus ambiciones globales, el PCCh no reconoce limitaciones morales ni obedece leyes. Como se explicó en los Nueve comentarios sobre el Partido Comunista, la historia de la fundación del PCCh es un proceso de perfeccionamiento gradual de la maldad que fue surgiendo a través de la historia, tanto en China como en todo el mundo, incluidos los nueve rasgos heredados del Partido: “maldad, engaño, instigación, liberación de la escoria social, espionaje, robo, lucha armada, asesinato y control” [1]. Estos rasgos se ven en todas partes en todo el proceso de expansión global del PCCh, y el Partido ha mejorado y fortalecido continuamente sus técnicas y su malignidad. La “guerra sin restricciones” del PCCh es una expresión concentrada de estos rasgos malvados y una parte importante de su éxito.
La idea de una guerra sin restricciones siempre ha estado incluida en las prácticas militares del PCCh. En 1999, dos coroneles chinos usaron oficialmente el término “guerra sin restricciones” en su trabajo militar teórico. Como su nombre lo implica, la guerra sin restricciones tiene estas características: “una guerra más allá de todas las fronteras y límites”, “forzar por todos los medios al enemigo a aceptar nuestros intereses, incluidos métodos de fuerza y no fuerza, militares y no militares, matar y no matar”. “Los medios incluyen todo, la información es omnipresente, el campo de batalla está en todas partes”, “más allá de todas las restricciones políticas, históricas, culturales y morales”. [2]
Guerra sin restricciones significa que “todas las armas y tecnologías se pueden usar a voluntad; significa que se rompen todos los límites entre los mundos de la guerra y la no guerra, lo militar y lo no militar”. Utiliza métodos que abarcan naciones enteras y cualquier ámbito particular de actividad. Las finanzas, el comercio, los medios de comunicación, el derecho internacional, el espacio exterior, entre otros, son campos de batalla potenciales. Las armas incluyen piratería informática, terrorismo, guerra bioquímica, guerra ecológica, guerra atómica, guerra electrónica, drogas, espionaje, contrabando, guerra psicológica, ideología, sanciones, etc. [3]
Los autores de Guerra sin restricciones creen que “la generalización de la guerra” es la dirección inevitable del futuro y que deben militarizarse todos los campos. Creen que la clave para la guerra sin restricciones yace en una gran cantidad de personal no militar que no usa uniforme militar. El gobierno debe prepararse rápidamente para el combate en todos los campos de guerra invisibles. [4]
Muchas personas se refieren a diversos entornos profesionales o sociales como “campos de batalla” a modo de metáfora, pero para el PCCh, significa guerra en un sentido muy real. Todos los ámbitos son campos de batalla porque el PCCh está en un estado de guerra en todo momento, y todos son combatientes. Todos los conflictos son considerados como luchas de vida o muerte. Problemas pequeños se magnifican hasta que se convierten en cuestiones de principios o ideología, y todo el país se moviliza como si estuviera en guerra para cumplir los objetivos del PCCh.
En la década de 1940, durante la Guerra Civil China, el PCCh utilizó la guerra económica para dañar la economía del gobierno Nacionalista (Kuomintang) de la República de China y hacerla colapsar. El Partido utilizó el espionaje para obtener los planes militares del Kuomintang incluso antes de que los propios soldados del KMT los recibieran, y utilizó numerosas conspiraciones mientras los ejércitos comunistas luchaban en el campo de batalla. El PCCh todavía usa estos métodos sin restricciones hoy en día, pero a una escala aún mayor y más amplia. La guerra sin restricciones significa romper todas las reglas convencionales y las restricciones morales. Esto deja a la mayoría de los occidentales, gobiernos occidentales y compañías incapaces de entender cómo actúa el PCCh, y mucho menos competir con él.
El PCCh implementa la guerra sin restricciones en numerosos campos, utilizando muchos medios aparentemente mundanos para lograr sus objetivos:
- Exportar la cultura del Partido y mentiras al mundo a través de la propaganda extranjera.
- Controlar los medios de comunicación de todo el mundo y llevar a cabo una guerra ideológica sin restricciones.
- Usar la fama, mujeres seductoras, relaciones humanas, soborno y el poder despótico para unir a los líderes de las Naciones Unidas, importantes figuras políticas de varios países, expertos de centros de estudio y círculos académicos, magnates y personas influyentes de todos los ámbitos de la vida para cultivar amistades a fin de que apoyen al PCCh y lo ayuden a superar las crisis.
- Apoyar, incitar y aliarse con regímenes deshonestos para distraer a Estados Unidos y gobiernos occidentales.
- Usar la diplomacia comercial para hacer que los países libres compitan entre sí, con el mercado de más de mil millones de chinos como anzuelo.
- Profundizar la integración económica y la interdependencia para atar a otros países.
- Violar las normas comerciales de la OMC.
- Hacer falsas promesas de reforma para acumular excedentes comerciales y reservas de divisas extranjeras.
- Usar los frutos del capitalismo para engordar el cuerpo del socialismo.
- Usar el mercado, las divisas extranjeras y los recursos financieros como armas para reprimir los derechos humanos mediante una guerra económica sin restricciones y para obligar a otros países a abandonar la responsabilidad moral y los valores universales.
- Forzar a los chinos que trabajan en empresas privadas en el extranjero a robar información de países desarrollados.
- Convertir en rehenes a los ciudadanos de China y de otros países.
a. El PCCh promueve la cultura del Partido en todo el mundo
Cuando se estableció una oficina de la emisora estatal de China en Londres, cerca de seis mil personas solicitaron noventa puestos que requerían cubrir las noticias desde la perspectiva de China. El PCCh encontró un problema envidiable: demasiados postulantes [5]. El entusiasmo de la gente por trabajar para el portavoz del PCCh refleja el declive de la industria de los medios de comunicación occidentales y la amenaza que la propaganda extranjera del PCCh representa para el mundo.
La máquina de propaganda más grande del mundo
Mao Zedong una vez exigió que la Agencia de Noticias Xinhua “controle la Tierra y haga que todo el mundo escuche nuestras voces” [6]. El PCCh ahora es capaz de lograr lo que no pudo en el pasado.
Después de la crisis financiera de 2008, los medios de comunicación occidentales enfrentaron sus propias crisis financieras y empresariales. El PCCh aprovechó la oportunidad para desplegar su campaña de “gran propaganda externa”. El Diario del Pueblo, el China Daily, la Agencia de Noticias Xinhua, la Televisión Central de China (CCTV), la Radio Internacional de China (CRI) y otros portavoces del PCCh establecieron buzones de periódicos, estaciones de radio y estaciones de televisión en todo el mundo.
Chang Ping, exdirector de noticias del importante periódico chino Southern Weekend, dijo que desde 2009, el régimen chino asignó 45.000 millones de yuan (6520 millones de dólares) a la “estrategia nacional para la propaganda externa en las relaciones públicas y la publicidad”. Según fuentes de la prensa china, los 45.000 millones de yuan eran solo una pequeña parte del gasto total que se había publicado [7]. La BBC estimó en 2016 que el PCCh gasta 10.000 millones de yuan (1450 millones de dólares) al año en propaganda [8]. En marzo de 2018, el PCCh integró CCTV, CRI y la Radio Nacional de China para establecer el China Media Group, también llamado Voz de China, dirigido por el Departamento de Propaganda del Comité Central del Partido Comunista Chino. Se ha convertido en la máquina de propaganda más grande del mundo.
Xinhua alquiló un cartel gigante en Times Square en la ciudad de Nueva York para hacer publicidad al Partido Comunista. En 2016, el PCCh cambió el nombre de CCTV en el extranjero a CGTN (China Global Television Network).
La propaganda extranjera del PCCh intenta avanzar con los tiempos. Las estaciones en el extranjero implementan una estrategia de localización, reclutando principalmente a reporteros y presentadores locales. Una foto del video de la entrevista de Xi Jinping con la CCTV con sede en Estados Unidos muestra que el 90 por ciento de los periodistas no son chinos [9]. El contenido de los programas se transfiere de China a países extranjeros y los reporteros son contratados localmente. De este modo, la prensa estatal china produce un paquete local en el país objetivo, utilizando rostros y voces locales, pero lanzando a chorros el pensamiento del Partido Comunista y haciendo que la gente confunda al PCCh con China. Utiliza a los locales en el extranjero para difundir las historias del PCCh y la voz del PCCh, no las historias verdaderas de China y no la voz del pueblo chino.
Este es el carácter de la propaganda externa del PCCh. El PCCh también otorga becas a las generaciones más jóvenes de periodistas internacionales, incluso en las áreas de alimentación y educación, para que puedan capacitarse o estudiar en China, y al mismo tiempo ser inculcados con la visión de periodismo del PCCh.
Junto con la colonización económica de África, los medios de comunicación del PCCh también han llegado a todos los rincones de dicho continente. StarTimes Media Group, un grupo de medios y televisión con sede en China, ahora opera en treinta países del continente africano y afirma ser “el operador de televisión digital más influyente y de más rápido crecimiento en África”. Un taxista en Uganda dijo: “Cada vez más africanos entienden la sociedad china viendo las series contemporáneas de la televisión china”. [10]
La propaganda del PCCh ha fracasado en gran medida debido a la falta de credibilidad. Sin embargo, convertir a los medios de comunicación extranjeros en portavoces de los medios del PCCh, atacar sin piedad a los medios e individuos que critican al PCCh y obligar a todos a apoyar al PCCh es parte de la receta de la campaña de propaganda externa del PCCh.
Convertir a los medios de comunicación de todo el mundo en la Agencia de Noticias Xinhua
En 2015, los ministros de Relaciones Exteriores de diez países criticaron al PCCh por construir islas artificiales en el controvertido Mar Meridional de China. En ese momento, una estación de radio en los suburbios occidentales de Washington DC tuvo un tono diferente. No solo no mencionó las actividades de reclamación del PCCh, sino que afirmó que las fuerzas externas habían intentado inventar los hechos y agravar las tensiones en el Mar Meridional de China [11]. Esta estación, llamada WCRW, transmite una gran cantidad de contenido que expresa la postura del PCCh y, curiosamente, no tiene publicidad. Su único cliente es una compañía de Los Ángeles, G&E Studio Inc., la cual tiene un control del 60% de China Radio International (CRI) en Beijing. G&E tiene al menos quince estaciones similares funcionando en Norteamérica, que cubren no solo Washington, DC, sino también Los Ángeles, Salt Lake City, Atlanta, Filadelfia, Houston, Honolulu, Portland y Vancouver, entre otras.
Un portavoz del Partido Comunista Chino, China Radio International (CRI), se apoya en una compañía americana registrada bajo el nombre de un chino-estadounidense. Con acciones mayoritarias, utiliza estaciones de radio locales de Estados Unidos para promover la propaganda del PCCh. El mayor beneficio de esta operación, y la razón aparente de ello, es ocultar el papel del PCCh. Con el fin de engañar al máximo a la audiencia, se les hace creer a los oyentes que los propios estadounidenses están expresando su apoyo al PCCh.
En 2015, CRI operaba treinta y tres estaciones de este tipo en al menos catorce países. Para 2018, CRI tenía cincuenta y ocho estaciones en treinta y cinco países [12]. Debido a que el control y las operaciones se llevan a cabo mediante el uso de compañías locales chinas, pareciera que los países democráticos no pueden hacer nada legalmente sobre la situación, aunque muchas personas están descontentas con la propaganda oculta del Partido. El empuje de propaganda externa del PCCh ha aprovechado las lagunas legales en las sociedades democráticas. En nombre de la democracia, el PCCh aboga por la dictadura e intenta manipular a la audiencia para que adopte sus puntos de vista, aprovechándose de lagunas en las leyes de las sociedades libres. Así, en nombre de la democracia, apunta a destruir la democracia.
Las publicaciones del China Daily, que en chino se resumen con la frase “hacer un viaje en un barco prestado”, son otra parte importante de la campaña de propaganda externa del PCCh. China Daily publica una sección de noticias chinas en The Washington Post y utiliza un estilo de diseño que puede dar a los lectores la impresión de que es el contenido de The Washington Post [13]. Además de The Washington Post, el PCCh ha alcanzado acuerdos similares con más de treinta periódicos, entre ellos The New York Times, The Wall Street Journal, The Daily Telegraph y Le Figaro. La palabra “anuncio” en dicha sección se coloca en una ubicación poco visible, y los lectores pueden confundir fácilmente el material con el contenido del periódico.
El 23 de septiembre de 2018, el China Daily también publicó cuatro páginas de anuncios que parecían noticias y artículos de opinión en el periódico local Des Moines Register de Iowa. El material atacó al presidente de Estados Unidos, y algunos lo calificaron como un intento de influir en las elecciones de medio término. [14]
El Partido Comunista se destaca en el control de la prensa china en el extranjero. A través de la coerción y la tentación, el PCCh ha reclutado a una gran cantidad de medios de comunicación en idioma chino, incluidos algunos fundados por taiwaneses con una fuerte tradición de anticomunismo. El Foro Mundial de Medios de Comunicación Chinos, patrocinado por el PCCh, se utiliza como plataforma para comunicar las instrucciones del Partido a los medios chinos en todo el mundo. El 10 de septiembre de 2017, se celebró el Noveno Foro Mundial de Medios de Comunicación Chinos en Fuzhou. Más de 460 ejecutivos de medios chinos de más de sesenta países y regiones de cinco continentes asistieron a la reunión.
Se puede encontrar un ejemplo del impacto de este trabajo de control de la prensa en el contenido de un medio de comunicación en idioma chino con sede en California que amplifica la propaganda del PCCh en la prensa occidental. Durante el Decimonoveno Congreso Nacional del PCCh, la extensa cobertura de este medio de comunicación fue casi idéntica a la de los medios oficiales del Partido. [15]
Durante las protestas del Movimiento de los Paraguas en Hong Kong en 2014, la Asociación de Medios de Comunicación Chinos en el Extranjero controlada por el PCCh, con más de 160 miembros de los medios, organizó urgentemente 142 medios de comunicación pro-China en Asia, Europa, África, Estados Unidos y Australia para publicar la “Declaración de Salvaguardia de Hong Kong” respaldando la perspectiva del PCCh. El alcance y la eficacia de la penetración del régimen en los medios de comunicación en el extranjero ha sorprendido al mundo exterior. [16]
La supresión de voces opositoras es otro aspecto de las operaciones de propaganda del PCCh en el extranjero. El Partido amenaza a los periodistas que lo exponen, negándoles las visas y con otras formas de hostilidad, lo que les lleva a autocensurarse. El resultado es que hay pocos medios de comunicación globales que toman una postura completamente independiente sobre el PCCh sin temor a las consecuencias impuestas por el régimen.
Hay varias maneras en que un canalla puede hacer que otros lo vean de manera más positiva. Una forma sería comenzar desde su interior, abandonar el mal, volverse bueno y dejar de ser un canalla. Con el tiempo, otras personas naturalmente reconocerán el cambio. La segunda forma sería comenzar a ejercer presión sobre los demás, tratar de lavarles el cerebro para que no reconozcan lo canalla que es. Finalmente, como parte de un tercer método, el canalla podría incluso montar el plan más audaz e intentar usar manipulación, mentiras, trucos psicológicos y lavado de cerebro para convertir a todos los demás también en canallas. Esto ofrecería la mayor protección.
El PCCh ha utilizado el segundo y el tercer método simultáneamente durante décadas. Emplea una variedad de actividades de propaganda a gran escala apuntando a los extranjeros, cambiando las mentes de las personas para hacerles pensar que el PCCh no es un canalla en absoluto. En algunos casos, incluso es capaz de atraparlos en el fango, convirtiéndolos en canallas junto con el Partido. Mediante grandes inversiones y operaciones astutas, el Partido ha establecido un sistema mundial para crear alianzas, aislar a los enemigos y convertir a los neutrales en simpatizantes o canallas.
Lavado de cerebro a través de la cultura, la literatura y el arte
El lavado de cerebro cultural es una herramienta importante que el PCCh utiliza para destruir la cultura tradicional china. En los últimos años, el Partido ha anunciado su compromiso de restaurar la cultura tradicional, pero como se analizó en los capítulos anteriores de este libro, esta ola de supuesta restauración de la cultura tradicional ha dejado de lado el alma de la tradición, reemplazándola con una versión falsa llena de la cultura desviada del partido. Esto no solo ha engañado al mundo, sino que también ha devastado aún más la cultura tradicional.
Además de eso, para seguir influenciando al mundo, uno de los elementos clave de la propaganda externa del Partido es exportar la supuesta cultura china tradicional según la definición del PCCh, utilizar las costumbres y prácticas chinas tradicionales para lavar la imagen del PCCh. Esta es otra forma de manipulación de la percepción, o lavado de cerebro. Un ejemplo típico de este proyecto es el Instituto Confucio.
Según estadísticas incompletas, a finales de 2017, el PCCh había establecido 525 Institutos Confucio (dirigidos a institutos terciarios y universidades) en 146 países y abrió 1113 Aulas Confucio (dirigidas a escuelas primarias y secundarias) [17]. Los fondos del Instituto Confucio provienen de Hanban, que está afiliado al Departamento de Trabajo del Frente Unido (DTFU) del PCCh. El uso de los fondos es supervisado por personal de las embajadas y consulados del PCCh. Los Institutos Confucio subvierten importantes principios académicos de autonomía y libertad de investigación, apuntan a promover la versión del PCCh sobre distintos eventos, distorsionan la historia de China y omiten el terrible historial de derechos humanos del PCCh. En algunas aulas del Instituto Confucio, las citas de Mao Zedong están colgadas de la pared. En la superficie, los Institutos Confucio dicen enseñar la cultura china, pero en realidad promueven la doctrina comunista y transmiten la cultura del Partido.
Además de ofrecer cursos culturales y de idiomas, los Institutos Confucio también distorsionan la historia e incluso organizan protestas contra actividades que el PCCh cree que amenazan su régimen. Por ejemplo, han invitado a oradores que repitieron las mentiras del PCCh sobre el Tíbet. Otros afirmaron que la Guerra de Corea se desencadenó porque el Ejército de Estados Unidos bombardeó aldeas chinas y que el Partido se vio obligado a enviar tropas [18].
La Ley de Autorización de Defensa Nacional del Gobierno de Estados Unidos de 2019, adoptada en 2018, incluye una condena con términos fuertes a los intentos del PCCh de influir en la opinión pública de Estados Unidos, especialmente “medios de comunicación, instituciones culturales, empresas y grupos académicos y políticos”. La Ley prohíbe explícitamente que los fondos de Defensa Nacional se otorguen a departamentos de idioma chino en universidades de Estados Unidos donde exista un Instituto Confucio. [19]
De septiembre a octubre de 2011, las autoridades chinas enviaron una troupe de trescientos artistas de canto y baile al Kennedy Center for the Arts en Washington, DC, donde el PCCh montó su violenta obra de danza comunista llamada Destacamento Rojo de Mujeres. En septiembre de 2016, en Los Ángeles, se realizó un concierto de alto perfil para conmemorar el ochenta aniversario de la victoria de la Larga Marcha del Ejército Rojo. Al mismo tiempo, en Australia se celebró el Concierto de Canciones Rojas para Conmemorar el 40 Aniversario de la Muerte de Mao Zedong en los ayuntamientos de Sydney y Melbourne. Las organizaciones chinas locales en Australia protestaron y finalmente pudieron detener el show. En 2017, el PCCh envió el show del Destacamento Rojo de Mujeres a Australia, y en 2018 organizó otra violenta obra de danza comunista, Guardias Rojos en el Lago Honghu, en Sydney y Melbourne.
En lo que respecta a la guerra de información, el régimen totalitario del PCCh ocupa una posición ventajosa en comparación con los gobiernos democráticos: el Partido bloquea los medios de comunicación de todos los países democráticos, pero puede insertar sus medios estatales en las sociedades democráticas. El PCCh evita que los medios de comunicación de los países democráticos agreguen inserciones a sus periódicos, pero el PCCh puede insertar su propio contenido en los periódicos de las sociedades democráticas, o simplemente los adquiere cuando es conveniente. Los medios de comunicación del PCCh ante todo sirven al Partido, y los periodistas occidentales nunca tendrán roles ejecutivos. Sin embargo, el PCCh puede enviar a su propia gente encubierta a los medios de comunicación occidentales o entrenar a extranjeros para que se conviertan en reporteros que sirvan como portavoces de los medios del Partido. Mientras Occidente siga considerando legítimos a los medios de comunicación del PCCh, Occidente seguirá perdiendo en la guerra de información. En 2018, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó a la Agencia de Noticias Xinhua y a la China Global TV Network que se registraran como agentes extranjeros en Estados Unidos. Fue un paso correcto, pero aún está lejos de ser suficiente; el problema es, en primer lugar, la falta de reciprocidad.
La campaña de propaganda en el extranjero del PCCh es un proyecto importante destinado a reformar globalmente las opiniones del público sobre el régimen, y ha obtenido algunos resultados. El PCCh difunde su ideología nociva a través de este trabajo de propaganda y ha engañado gravemente a la gente sobre el régimen, su modo de operaciones, la situación de los derechos humanos en China y las opiniones sobre el comunismo en general.
b. El Departamento de Trabajo del Frente Unido apunta a desintegrar el mundo libre desde dentro
El 18 de diciembre de 2018, el PCCh celebró el cuadragésimo aniversario de la supuesta reforma y apertura. Premió con la Medalla de Amistad de la Reforma de China a diez extranjeros en un intento por “agradecer a la comunidad internacional por apoyar la reforma de China”. Estos diez extranjeros incluyen a Juan Antonio Samaranch, expresidente del Comité Olímpico Internacional, que otorgó a China el derecho de ser anfitrión de los Juegos Olímpicos de Verano del 2008; y Robert Lawrence Kuhn, un empresario estadounidense que prestó su nombre como autor de una aduladora biografía del excabecilla del PCCh, Jiang Zemin. De hecho, en las últimas décadas, incontables políticos y celebridades ayudaron al PCCh jugando diferentes roles, según sus motivaciones. Desafortunadamente, todos se convirtieron en víctimas de las tácticas del frente unido del PCCh y, por lo tanto, en cómplices.
A fin de avanzar en su objetivo de dominar el mundo, el PCCh adopta cualquier medio que sea necesario. Esto es una parte crucial del concepto del “frente unido”. Mao catalogó al frente unido como uno de los “tres tesoros mágicos” del PCCh. El gobierno del Kuomintang en la época de la guerra civil fue engañado por estas tácticas y como resultado sufrió grandes pérdidas. Los gobiernos occidentales de hoy también fueron engañados y sufrieron pérdidas. Por fortuna, la sociedad occidental está comenzando a despertar y recientemente se han publicado un número de informes de investigación sobre el frente unido.
La Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de EE. UU. y China (USCC, según sus siglas en inglés), una comisión del Congreso, publicó un informe titulado el ‘Trabajo del Frente Unido de China en el extranjero’ el 24 de agosto de 2018, delineando la estructura de trabajo y las operaciones del frente unido del PCCh en el extranjero, incluyendo cómo el PCCh usa varios tipos de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para su trabajo del frente unido y cuáles han sido las implicancias para Estados Unidos y otros países occidentales. En años recientes, el PCCh ha puesto énfasis en la importancia de su trabajo del frente unido. El informe indica: “Esta elevación de la importancia del trabajo del Frente Unido resultó en un número mayor de funcionarios del DTFU [Departamento de Trabajo del Frente Unido] designados en altos puestos del PCCh y del gobierno, agregando unos 40.000 cuadros nuevos del DTFU”. [20]
El Instituto Global de Políticas Públicas, un centro de estudios de Europa, publicó un informe en 2018 que detalla las actividades del frente unido del PCCh en Europa [21]. El 29 de noviembre de 2018, la Institución Hoover de la Universidad de Stanford también publicó un detallado informe sobre el mismo tema. El informe afirma: “Las actividades de influencia de China sobrepasaron su enfoque tradicional del Frente Unido en las comunidades de la diáspora para apuntar a un rango mucho más amplio de sectores en las sociedades occidentales, que van desde centros de estudio, universidades y medios de comunicación, hasta instituciones gubernamentales estatales, locales y nacionales. China busca promover puntos de vista empáticos hacia el gobierno chino, sus políticas, sociedad y cultura; suprimir puntos de vista alternativos; e incorporar a estadounidenses clave para que apoyen los objetivos de la política exterior y los intereses económicos de China”. [22]
El frente unido del PCCh apunta principalmente a los siguientes actores en Occidente:
Políticos y empresarios
El informe de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de EE. UU. y China dice que el PCCh considera a su trabajo del frente unido como una herramienta importante para fortalecer el apoyo nacional e internacional al Partido. Esto incluye comprar políticos occidentales. Mediante la persuasión, la tentación y la formación de relaciones, el PCCh mantiene vínculos estrechos con muchos funcionarios de alto nivel en gobiernos occidentales. Estos políticos son tratados como los “tesoros estatales” de la República Popular de China, reciben lujosos regalos y se les confieren títulos como “viejos amigos de China”. Entre ellos hay actuales y ex secretarios generales de la ONU, jefes de Estado, funcionarios de Gobierno de alto rango, congresistas, asesores superiores de gobierno, jefes de organizaciones internacionales, académicos famosos, expertos de centros de estudios y magnates de los medios de comunicación. Se espera que todas estas personas en la red del frente unido demuestren su apoyo al PCCh en momentos cruciales.
Patrick Ho Chi-ping, exsecretario de Asuntos Nacionales de Hong Kong, fue acusado de sobornos en Estados Unidos en diciembre de 2018. Ho tenía vínculos estrechos con el PCCh y sobornó a altos funcionarios de dos naciones africanas de parte de las corporaciones de energía chinas, a fin de obtener derechos de minería. Ho también sobornó a dos secretarios generales de la ONU, a través de los cuales el PCCh fue capaz de establecer vínculos estrechos con funcionarios de alto rango en otras naciones. [23]
Documentos judiciales en EE. UU. también documentan la corrupción y el espionaje llevado a cabo por el gigante de las telecomunicaciones chino ZTE. Dos altos funcionarios de telecomunicaciones de Liberia testificaron que entre 2005 y 2007, ZTE sobornó por grandes cantidades a numerosos funcionarios de ese país, entre ellos al Presidente, funcionarios de gobierno y jueces.
El PCCh usa dinero y mujeres para hacer que los líderes políticos caigan en la trampa y luego usarlos como títeres para los fines del régimen. En un memorándum luego de las elecciones de mitad de periodo de EE. UU. en noviembre de 2014, CEFC, una compañía vinculada al PCCh, delineó un plan para establecer relaciones y amistades con políticos. Ye Jianming, el ahora desprestigiado presidente de CEFC China Energy Co. Ltd., tiene fuertes vínculos con líderes políticos europeos. Una vez preguntó a un asesor de seguridad de un presidente de EE. UU. si podía persuadir al Ejército de EE. UU. para que no bombardeara Siria porque quería comprar campos de petróleo allí. Ye también alardeó sobre sus conexiones con altos funcionarios en la Reserva Federal y en la ONU, así como con familiares de funcionarios de gobierno de EE. UU. [24]
Cuando lo considera necesario, el PCCh puede formar varios frentes unidos temporales para aislar a sus enemigos. Por ejemplo, el PCCh ha utilizado los votos de los países en desarrollo a cuyos funcionarios antes sobornó para aprobar o bloquear mociones en las Naciones Unidas. Mediante intermediarios, ha interferido con los esfuerzos de Estados Unidos para estabilizar Medio Oriente. Mientras tanto, ha sido capaz de forjar nuevas alianzas económicas. En la reciente guerra comercial entre Estados Unidos y China, el PCCh trató de generar un conflicto entre Estados Unidos y Europa con el objetivo de utilizar a esta última como un frente unido contra Estados Unidos.
Los políticos locales también son blanco del trabajo del frente unido del PCCh. Estos incluyen líderes de la comunidad, miembros de consejos de ciudades, alcaldes, senadores estatales y otros. El método habitual es hacer donaciones a políticos locales a través de organizaciones o comerciantes chinos, e invitarlos a visitar China, donde reciben sobornos. Sus negocios familiares reciben un trato especial en China, e incluso sus asistentes son sobornados. Los casos de trampas sexuales, que suelen incluir chantaje, se conocen como “trampas de miel” y se cree que el PCCh suele utilizar esta táctica.
Chen Yonglin, exfuncionario del Consulado Chino en Sydney que desertó en 2005 en Australia, dijo a La Gran Época que el Departamento de Trabajo del Frente Unido del PCCh se había infiltrado en el gobierno australiano y había corrompido a funcionarios. Chen dijo: “La cantidad de soborno privado para los funcionarios superó con creces las donaciones políticas. Especialmente esos funcionarios de mayor rango; los sobornos fueron enormes. (…) Otro aspecto del soborno son los viajes con todos los gastos pagados a China, donde los funcionarios son tratados como reyes. Esto incluye prostitutas pagadas por las empresas chinas. Muchos funcionarios cambiaron de postura después de regresar de China”. [25]
Con su fuerte respaldo financiero, el PCCh ha pagado a los políticos comunistas e izquierdistas de todo el mundo para que se conviertan en sus agentes en sus naciones con el fin de difundir aún más la ideología comunista.
El PCCh usa las mismas tácticas con aquellos del sector financiero y en varias industrias. Los empresarios y emprendedores son tratados como reyes y reciben incentivos comerciales. A cambio, se convierten en la voz del PCCh para presionar al gobierno e influir en las políticas financieras y económicas del país. En la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el PCCh ha tenido contacto frecuente con los magnates de Wall Street. Muchas de las principales compañías financieras y corporaciones internacionales hacen negocios en China. Para expandir sus negocios allí, contrataron a numerosos hijos de funcionarios chinos de alto rango, conocidos como “principitos”, y estos últimos son los ojos, oídos y voz del Partido en tales compañías.
Infiltración de los círculos académicos y centros de estudio
Muchos centros de estudio en Occidente dan forma directamente a la política y estrategia del país hacia China; por lo tanto, el PCCh les presta especial atención. El informe del Instituto Hoover afirma que el PCCh presta atención a las perspectivas de ambos partidos políticos en Estados Unidos y crea temas que son beneficiosos para el PCCh. El PCCh ejerce el control sobre los centros de estudio mediante el patrocinio financiero. Ha sobornado, controlado o influenciado a casi todos los centros de estudio relacionados con China. [26]
El Washington Post informa que algunas compañías chinas controlan a los centros de estudio estadounidenses. Por ejemplo, el gigante tecnológico chino Huawei no solo representa una amenaza de seguridad para Estados Unidos, sino que también intenta influir en los centros de estudio de Washington DC, brindándoles apoyo financiero. [27]
Huawei también patrocina más de veinte universidades en el Reino Unido, incluidas la Universidad de Cambridge y la Universidad de Oxford. El profesor Anthony Glees, un experto británico en seguridad nacional, dijo: “Se trata de un plan electrónico impulsado por la inyección de dinero chino en las universidades británicas. Ese es un problema de seguridad nacional” [28]. Huawei, a través del programa Semillas para el Futuro, atrajo a un gran número de jóvenes ingenieros talentosos, una clásica táctica de subversión comunista.
El PCCh compra académicos extranjeros, especialmente expertos en China, con dinero, estatus y fama. Algunos de estos académicos luego siguen de cerca la retórica del PCCh y publican libros y artículos para explicar el “ascenso pacífico” del PCCh, los conceptos del “sueño chino” o el “modelo chino”. Los puntos de vista de estos estudiosos influyen indirectamente en las políticas con respecto a China de los gobiernos occidentales –precisamente el objetivo del PCCh.
Para empeorar las cosas, durante las últimas décadas, los académicos de las humanidades y sociólogos occidentales han sido fuertemente influenciados por cepas de la ideología comunista. Con una pequeña cantidad de influencia del PCCh, pueden pasar de simplemente apoyar la ideología de izquierda a realmente acoger el comunismo con los brazos abiertos.
Coerción y utilización de líderes, empresarios y estudiantes chinos en el extranjero
El PCCh se ha sabido aprovechar del patriotismo de los estudiantes chinos en el extranjero para crear simpatía por las políticas e ideología del PCCh. Para obtener el apoyo de los chinos en el extranjero, el PCCh les brinda apoyo financiero. Con frecuencia utiliza la frase “el amor por la patria, la amistad de los semejantes” como parte de su deliberada fusión de China con el PCCh para engañar a los chinos en el extranjero. El Partido también utiliza una extensa red de organizaciones, simpatizantes y espías en el extranjero para marginalizar y atacar a sus oponentes.
El PCCh usa varios pretextos para invitar a chinos en el extranjero a hacer negocios e invertir en China. Les da a los líderes chinos en el extranjero un trato especial cuando visitan el país, organiza figuras pro-PCCh en el extranjero para que se reúnan con funcionarios de alto rango, y hace que todos asistan a las celebraciones del día nacional de la República Popular China.
Zach Dorfman, miembro principal del Consejo Carnegie para la Ética en Asuntos Internacionales, publicó un extenso informe de investigación en Politico que revela las actividades de espionaje chino y ruso en Silicon Valley, con especial atención a los actores chinos [29]. El informe examinó a Rose Pak, personalidad influyente china de San Francisco, como ejemplo. Notó que el PCCh usó a Pak para que la Cámara de Comercio China en San Francisco margine a los grupos de Falun Gong, tibetanos, pro-Taiwán y uigures, impidiéndoles participar en el desfile del Año Nuevo Chino.
El informe de la USCC también expuso cómo el PCCh controla a las Asociaciones de Estudiantes y Académicos Chinos (CSSA). En su propio sitio web, algunas sedes de CSSA declaran directamente que fueron establecidas por el consulado chino local o son sus subsidiarias [30], mientras que en otros casos, el control se lleva a cabo de manera encubierta. Estas organizaciones reciben órdenes de los consulados chinos, lo que evita que se escuchen voces disonantes. Los funcionarios del consulado hostigan, intimidan y monitorean a los estudiantes que disienten de la línea del PCCh.
Las CSSA y los afiliados a ellas a veces incluso realizan espionaje industrial y económico. En 2005, Le Monde de Francia informó que la CSSA en la Universidad de Lovaina, Bélgica, era el grupo de espionaje de primera línea del PCCh en el país. A veces, estas redes están formadas por varios cientos de espías que trabajan en varias compañías de Europa. [31]
Infiltración e influencia en las industrias del cine y el entretenimiento
En los últimos años, el PCCh ha incrementado sus esfuerzos para infiltrarse en la industria del entretenimiento de Estados Unidos. En 2012, el Grupo Wanda invirtió USD 2600 millones para adquirir AMC, la segunda cadena de cines más grande de Estados Unidos. Desde entonces, ha adquirido Legendary Entertainment por USD 3500 millones y Carmike, la cuarta cadena de cines más grande de Estados Unidos, por USD 1100 millones [32]. En 2016, Ali Pictures adquirió una participación en Amblin Partners de Steven Spielberg, y colocará un representante en la junta directiva de Amblin Partners para participar en las principales decisiones de la empresa. [33]
Uno de los objetivos principales del PCCh para infiltrarse en la industria del entretenimiento es hacer que el mundo siga el guión del PCCh, mostrando una imagen positiva del PCCh y del supuesto ascenso pacífico de China a fin de ocultar las ambiciones tiránicas del régimen. Al mismo tiempo, esta imagen encubre cómo la exportación de la cultura del Partido ha corrompido al mundo. De 1997 a 2013, China invirtió en solo doce de las cien películas de Hollywood de mayor recaudación. Pero en los siguientes cinco años, China invirtió en cuarenta y una de las películas más populares de Hollywood. [34]
Hollywood codicia el mercado cinematográfico de rápido crecimiento de China, y los ejecutivos son conscientes de que serán excluidos si no cumplen con la línea Partido. Por lo tanto, se disponen a garantizar que cumplen con la censura china [35]. Las estrellas de cine estadounidenses que han tomado una postura sobre el PCCh no tienen permitido ingresar al país, o sus películas están excluidas del mercado chino. La clara postura de la estrella de Hollywood Richard Gere sobre el Tíbet, por ejemplo, no solo provocó que se le negara el acceso a China, sino que también limitó su carrera incluso en Estados Unidos. Para no ofender o provocar al PCCh, los productores de cine se han negado a invertir en sus películas [36]. Otras estrellas de cine han sido incluidas en la lista negra por otras transgresiones.
Intimidación de los disidentes en el extranjero
El PCCh ha utilizado intimidación e incentivos para influir en los académicos occidentales, especialmente los expertos en China que son críticos con el PCCh. Esto ha llevado a muchos a autocensurarse voluntariamente. La intimidación incluye la negativa a emitir visas, que tiene el mayor impacto en los académicos jóvenes. Por el bien del desarrollo profesional, muchos evitan voluntariamente el tema de los derechos humanos, el Tíbet y otras cuestiones delicadas que podrían provocar la ira del Partido.
Perry Link, profesor de Estudios de Asia Oriental, fue incluido en la lista negra por su estudio sobre la masacre de la Plaza de Tiananmen, que mostró al régimen comunista de manera desfavorable. Posteriormente, la forma en que fue tratado se convirtió en una lección para académicos jóvenes sobre qué no hacer [37].
En octubre de 2017, Benedict Rogers, vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Partido Conservador británico y partidario del Movimiento Democrático de Hong Kong, viajó a Hong Kong por cuestiones personales, pero se le negó la entrada y fue repatriado en el aeropuerto de Hong Kong. [38]
El mencionado informe de la USCC también dijo que los agentes de inteligencia chinos intentan reclutar a minorías étnicas, incluidos los uigures que viven en el extranjero, para que actúen como espías. La negativa puede provocar que sus familias sean perseguidas en China. Los uigures que han sido amenazados afirman que el propósito de tales amenazas no es solo recopilar información sobre la diáspora uigur, sino también generar discordia y evitar que se opongan efectivamente al PCCh. [39]
c. La guerra económica sin restricciones es la artillería pesada del PCCh
Si la propaganda en el extranjero, la manipulación de la percepción y el trabajo del frente unido son las formas de poder blando del Partido, entonces su industria de alta tecnología será el poder duro del Partido. En la década de 1950, el lema del PCCh era “superar al Reino Unido y alcanzar a Estados Unidos”, pero era una farsa. Hoy en día, sin embargo, la misma estrategia se ha convertido en una amenaza legítima.
Desde la década de 1980, el PCCh ha implementado una serie de planes estratégicos en ciencia y tecnología, que incluyen el Programa 863 (Programa Nacional para la Investigación y el Desarrollo de Alta Tecnología), el Programa 973 (Programa Nacional de Proyectos Clave de Investigación Básica) y el Made in China 2025 (para hacer que China pase de ser un país manufacturero a una potencia de la producción para el año 2025, tomando el liderazgo en “big data”, 5G y similares). La estrategia incluye planes ambiciosos para la inteligencia artificial, en los que China pretende ser un líder mundial para 2030. El objetivo es mejorar el estatus de China de fábrica mundial a un gigante manufacturero de avanzada, logrando así la supremacía global.
No está mal que una nación persiga el desarrollo industrial. Que un país utilice el poder estatal para asignar recursos a la investigación y el desarrollo en industrias clave también es legítimo. ¿Por qué, entonces, la estrategia de desarrollo de alta tecnología del PCCh es una amenaza para Occidente?
La razón más fundamental es que China, con el régimen comunista chino, no es un país normal. El propósito del desarrollo tecnológico del régimen no es poder unirse a las filas de otros países de alta tecnología o competir en igualdad de condiciones con ellos. Su propósito es utilizar cualquier medio que sea necesario para eliminar a los oponentes y acabar con las economías occidentales –especialmente la de Estados Unidos– y así estar un paso más cerca de dominar el mundo. El desarrollo de la fuerza científica y tecnológica del PCCh es para beneficiar a su ideología comunista y, en última instancia, para que el comunismo domine el mundo.
En una sociedad capitalista, la innovación tecnológica es el fruto de la libertad individual, lo cual está en conflicto natural con el régimen totalitario del comunismo. Los investigadores en China continental están privados de la libertad de usar motores de búsqueda extranjeros, y mucho menos expresar su libertad de otras maneras. Por lo tanto, es realmente difícil lograr avances reales en la innovación científica y tecnológica dadas las restricciones del PCCh sobre el pensamiento y el acceso a la información.
Para compensar esto, el Partido ha utilizado varios medios turbios para robar la tecnología occidental y apoderarse de talento de vanguardia, y también ha usado medidas injustas y extraordinarias para quebrantar la industria occidental. El PCCh ha robado tecnologías que a Occidente le ha costado décadas y vastas sumas de dinero desarrollar. Asimila y mejora la propiedad intelectual robada y luego simplemente las produce en masa a bajo costo e inunda el mundo con sus productos, debilitando a las empresas privadas y economías occidentales. Por lo tanto, el régimen ha estado utilizando sus técnicas de guerra sin restricciones en su competencia tecnológica con Occidente.
La trampa de entregar tecnología para acceder al mercado
En los últimos años, la red ferroviaria de alta velocidad de China se ha convertido casi en una carta de presentación de la capacidad para la fabricación de alta calidad del país, y se ha desarrollado la idea de la “diplomacia del tren de alta velocidad”. La prensa estatal china han calificado de legendario el trabajo de China en esta área, dado el corto período de desarrollo de alrededor de diez años. Pero para las compañías occidentales, el desarrollo de trenes de alta velocidad de China ha sido una pesadilla de robo de tecnología, trampas interminables y lo que finalmente se convirtió en pequeñas ganancias por enormes pérdidas.
El trabajo en el proyecto ferroviario de alta velocidad de China comenzó a principios de los años noventa. A finales de 2005, las autoridades abandonaron la idea de desarrollar la tecnología de forma independiente y recurrieron a la tecnología occidental. El objetivo del PCCh estaba claro desde el principio: planeaba adquirir primero la tecnología, luego fabricarla y, finalmente, vender la misma tecnología a un precio más barato en el mercado global.
La parte china requiere que los fabricantes extranjeros firmen un contrato de transferencia de tecnología con una firma nacional china antes de ofertar en licitaciones para contratos de construcción, o de lo contrario no se les permite presentar ofertas. Las autoridades chinas también establecieron evaluaciones internas formales denominadas “evaluaciones de implementación de transferencia de tecnología”, que no se centran en lo bien que las empresas extranjeras enseñan sus sistemas, sino en lo bien que las empresas nacionales los aprenden. Si las empresas nacionales no aprenden la tecnología, China no paga. Las autoridades también exigieron que en el último lote de pedidos, las empresas locales deban producir el 70 por ciento de los mismos. [40]
Debido a que las compañías extranjeras consideraron que el mercado de China era una oportunidad para no perder, tales términos no las disuadieron a firmar. Kawasaki de Japón, Alstom de Francia, Siemens de Alemania y Bombardier de Canadá presentaron ofertas. A pesar de la promesa de acceso al mercado a cambio de la transferencia de tecnología, ninguna empresa occidental estuvo dispuesta a transferir su tecnología principal y más valiosa. Sin embargo, el PCCh continuó jugando trucos con varias de las compañías con la esperanza de que al menos una cediera y entregara algo de valor real en beneficio de intereses a corto plazo. Efectivamente, cuando parecía que una compañía obtendría una porción del mercado chino a cambio de tecnología, las otras empezaron a temer que las dejaran fuera. Así fue que varias de ellas cayeron en la trampa del PCCh, con el resultado de que China pudo extraer tecnología clave de las cuatro compañías de trenes de alta velocidad mencionadas anteriormente.
El gobierno chino ha invertido enormes sumas en el proyecto, actuando independientemente del costo. La red ferroviaria de alta velocidad de China entró posteriormente en un período de desarrollo exponencial a medida que las empresas chinas construyeron el sistema ferroviario de alta velocidad más extenso del mundo en cuanto a longitud. En unos pocos años, China asimiló rápidamente la tecnología occidental, que luego se convirtió en “derechos de propiedad intelectual independientes”. Lo que realmente sorprendió a las empresas occidentales fue cuando China comenzó a solicitar patentes de trenes de alta velocidad en el extranjero, y las empresas chinas se convirtieron en feroces competidores contra sus antiguos maestros en el mercado internacional. Debido a que las empresas chinas han acumulado una gran experiencia práctica en este ámbito, y cuentan con todas las ventajas industriales que ofrece una capacidad de producción a gran escala y el enorme respaldo financiero estatal, la industria ferroviaria de alta velocidad de China posee una ventaja competitiva frente a sus competidores. Se ha convertido en un elemento clave del proyecto “Una Franja, Una Ruta” del Partido.
Mientras que las compañías extranjeras alguna vez soñaron con obtener su parte del enorme mercado del ferrocarril de alta velocidad en China, descubrieron que no solo fueron expulsadas de ese mercado, sino que también habían creado un duro competidor internacional. Yoshiyuki Kasai, presidente honorario de la Central Japan Railway Company, dijo con disgusto: “El [tren bala japonés] Shinkansen es la joya de Japón. La transferencia de tecnología a China fue un gran error”. [41]
El mismo PCCh reconoce que el éxito de China en el tren de alta velocidad se logró apoyándose en los hombros de gigantes. De hecho, su propósito desde el principio era matar a todos los demás gigantes. El PCCh tiene un doble propósito explícito: su objetivo a corto plazo es utilizar los logros económicos para demostrar la legitimidad de su régimen y lograr avances económicos y tecnológicos para mantener y estimular el sentimiento y la propaganda nacionalistas. Pero su propósito a largo plazo es demostrar que su sistema comunista es superior al sistema capitalista, por lo que roba tecnología sin escrúpulos y pone todo el poder del país a competir con la libre empresa capitalista.
Las tácticas de China de prometer acceso a los mercados a cambio de tecnología, forzar las transferencias de tecnología, absorber y mejorar la tecnología extranjera, hacer que sus propias empresas practiquen en el mercado nacional antes de avanzar al mundo y practicar el dumping a nivel mundial para socavar a los competidores, han llevado a las compañías occidentales a sufrir inmensamente. Ahora algunos están empezando a reflexionar. Otros, sin embargo, se sienten atraídos como la polilla a la llama y aún están dispuestos a hacer negocios con el PCCh por sus beneficios inmediatos. Las ambiciones del PCCh de adquirir tecnología occidental nunca han disminuido, y el programa Made in China 2025 es la personificación de esta ambición.
En 2015, el gobierno chino propuso el proyecto de diez años Made in China 2025, con la visión de que para 2025, China se habría transformado de un gran país manufacturero a una potencia de manufactura, y que para 2035, la industria manufacturera del país superaría a la de países industrialmente avanzados como Alemania y Japón. Para 2049, el PCCh espera liderar la innovación en sectores manufactureros clave como líder mundial en tecnologías e industrias clave. En otras palabras, el régimen del PCCh ha elevado el estatus de su sector manufacturero a “los cimientos de la nación” y “el instrumento para rejuvenecer el país”.
Una superpotencia manufacturera construida sobre la base del robo
¿Cómo estimuló China su potencial de fabricación e innovación en tan poco tiempo? Usó los mismos viejos trucos: primero, obligó a las empresas a transferir sus tecnologías, como en el caso del tren de alta velocidad. Muchas corporaciones occidentales están dispuestas a proporcionar tecnología a cambio del acceso al mercado chino, al mismo tiempo que capacitan a sus futuros competidores. Segundo, China exige que las compañías formen empresas conjuntas con sus propias firmas y apoya a las empresas y universidades chinas para que colaboren con empresas de alta tecnología, a fin de que puedan adquirir dichas tecnologías. Tercero, el régimen alienta a sus empresas nacionales a adquirir empresas extranjeras de alta tecnología, invirtiendo directamente en nuevas empresas con tecnologías clave y estableciendo centros de investigación y desarrollo en el extranjero. Cuarto, induce a los principales institutos extranjeros de investigación científica y tecnológica a establecer centros de investigación y desarrollo en China. Quinto, utiliza políticas específicas para atraer a expertos extranjeros en tecnología.
Muchas empresas de nueva creación en Silicon Valley necesitan capital. China utiliza el dinero de los contribuyentes para invertir en ellas con el fin de obtener nuevas tecnologías, incluidos motores de cohetes espaciales, sensores para buques autónomos de la Armada e impresoras 3D que fabrican pantallas flexibles que podrían utilizarse en cabinas de aviones de combate [42]. Ken Wilcox, presidente emérito de Silicon Valley Bank, dijo en 2017 que, en un plazo de seis meses, tres empresas estatales chinas lo contactaron para que actuara como su agente a fin de comprar tecnología en su nombre. Aunque se negó, dijo: “En los tres casos, dijeron que tenían un mandato de Beijing, y no tenían idea de lo que querían comprar. Era simplemente todo tipo de tecnología”. [43]
En noviembre de 2018, el Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) publicó los hallazgos de una investigación de la Sección 301. El informe dice que Danhua Capital (actualmente Digital Horizon Capital) utiliza el capital de riesgo de China para ayudar al gobierno chino a obtener las mejores tecnologías y propiedad intelectual en Estados Unidos. [44]
El informe anterior del gobierno de Estados Unidos está abierto al público. El arma asesina que usa China para realizar su salto adelante tecnológico es el descarado robo de tecnología occidental. La aptitud de China para el espionaje industrial supera con creces el alcance de los espías comerciales del pasado. Para robar tecnología y secretos de Occidente, el régimen moviliza a todo el personal y las tácticas disponibles, incluidos espías, hackers, estudiantes internacionales, académicos visitantes, inmigrantes chinos y taiwaneses que trabajan en empresas occidentales y occidentales seducidos por intereses monetarios.
El PCCh siempre ha codiciado el avión de combate furtivo F-35 de Estados Unidos. El chino Su Bin, un residente permanente de Canadá, fue condenado a cinco años de prisión por robar los secretos del F-35 en 2016. Su Bin trabajó con dos hackers informáticos del ejército chino, penetrando los sistemas informáticos de Lockheed Martin, el fabricante, y filtrando secretos. El grupo también robó secretos relacionados con el avión de combate furtivo F-22. La investigación descubrió que el grupo de Su también había robado secretos sobre el avión de transporte estratégico C-17 de Boeing, junto con 630.000 archivos del sistema de Boeing, con un total de unos 65 gigabytes de datos [45]. El el avión de combate furtivo J-20 del EPL exhibido en los últimos años ahora es muy similar al F-22 estadounidense, y el FC-31 chino más pequeño es una imitación del F-35 de Lockheed.
El Dr. David Smith, un experto en metamateriales de la Universidad de Duke, inventó una especie de capa de invisibilidad, un material importante para los aviones caza furtivos, y el Ejército de Estados Unidos invirtió millones en apoyo a su investigación. En 2006, el estudiante chino Liu Ruopeng llegó al laboratorio de Smith. En opinión de un funcionario de contrainteligencia del FBI, Liu tenía una misión específica: obtener los secretos. En 2007, Liu llevó al laboratorio de Smith a dos excolegas que viajaron a expensas del gobierno chino, y trabajó en la capa de invisibilidad por un período de tiempo. Para sorpresa de Smith, el mismo laboratorio fue duplicado más tarde en China. [46]
El 20 de diciembre de 2018, el Departamento de Justicia demandó a dos ciudadanos chinos de la organización china de hackers APT 10, la cual tiene estrechos vínculos con el PCCh. Según la acusación, desde 2006 al 2018, APT 10 llevó a cabo numerosos ataques de piratería informática, robando enormes cantidades de información de más de cuarenta y cinco organizaciones, entre ellas la NASA y el Departamento de Energía. La información robada involucra medicamentos, biotecnología, finanzas, manufactura, petróleo y gas natural. El director del FBI, Christopher Wray, remarcó: “El objetivo de China, en pocas palabras, es reemplazar a Estados Unidos como la superpotencia líder del mundo, y están utilizando métodos ilegales para lograrlo. Están utilizando un conjunto cada vez mayor de métodos no tradicionales e ilegales”. [47]
El robo de tecnología y patentes por parte de China es difícil de combatir y prevenir. Kathleen Puckett, exoficial de contrainteligencia de Estados Unidos en San Francisco, dijo que China pone todos sus esfuerzos en el espionaje y obtiene todo de forma gratuita. [48]
China moralizó, racionalizó, normalizó y militarizó su ola de robos. Lanzó una “guerra contra todos” para saquear tecnología de avanzada de Occidente, utilizando el patriotismo, los sentimientos raciales, el dinero y el prestigio. Tal conducta espantosa no tiene precedentes en la historia.
Algunos han defendido las actividades de China argumentando que el robo no cuenta mucho, ya que al robar un poco aquí y allá, las empresas chinas no tienen una visión completa de cómo se implementa la tecnología. Pero es muy peligroso considerar al espionaje industrial chino de esta manera. El espionaje en la era electrónica es completamente diferente al de las décadas pasadas, en el que los espías tomaban algunas fotos. China roba bases de datos completas de tecnologías, y en muchos casos, recoge no solo la tecnología, sino también a los expertos. Con el poder de la fábrica mundial que China ha desarrollado durante décadas y el potencial de investigación y desarrollo que ha acumulado, el régimen es verdaderamente capaz y está dispuesto a construir una superpotencia manufacturera basada en el robo, y está en el proceso de hacerlo.
El Programa de los Mil Talentos: Espionaje y atracción de talentos
Desde que China abrió sus puertas en la década de 1970 hasta ahora, millones de estudiantes chinos han estudiado en el extranjero y han logrado grandes cosas. China busca reclutar y utilizar a estas personas talentosas, con inversión y capacitación de Occidente, para llevar directamente a China la tecnología y la información económica que han adquirido. Esto ayuda a las ambiciones del PCCh de lograr la supremacía global. Desde 2008, múltiples departamentos en China han iniciado el Programa de los Mil Talentos. En la superficie, se trata de reclutar a los mejores talentos chinos en el extranjero para que regresen a China y ocupen puestos de corto o largo plazo. Pero el objetivo real detrás del programa es que la industria estatal se apropie de las nuevas tecnologías y la propiedad intelectual de Occidente.
El FBI publicó un documento desclasificado sobre estos programas de talento chino en septiembre de 2015. Concluye que reclutar personas clave puede permitirle a China ganar de tres maneras: obtener acceso a la investigación y experiencia en tecnología de punta, beneficiarse de años de investigación científica realizada en Estados Unidos y con el apoyo de subvenciones del gobierno de Estados Unidos y fondos privados, y afectar gravemente a la economía de Estados Unidos. [49]
El Instituto Nacional de Salud (NIH) publicó un informe sobre los programas de talentos chinos el 13 de diciembre de 2018, señalando que los extranjeros transfirieron propiedad intelectual de Estados Unidos a sus países de origen mientras se encontraban en la nómina del gobierno de Estados Unidos. Sus acciones han impactado injustamente a todas las instituciones académicas de Estados Unidos [50]. M. Roy Wilson, uno de los autores del informe y copresidente del Comité Asesor del NIH, dijo que una calificación clave para convertirse en parte del Programa de los Mil Talentos es tener acceso a propiedad intelectual de gran valor. Dijo que el problema era significativo, no aleatorio, y que la gravedad de las pérdidas de propiedad intelectual era imposible de ignorar. [51]
Peter Harrell, miembro principal adjunto en el programa de energía, economía y seguridad del Centro para una Nueva Seguridad Americana, dijo: “China está dedicada a un enfoque integral para sus capacidades tecnológicas. Esto incluye la compra de empresas innovadoras mediante inversiones en el extranjero, requerir a las empresas occidentales que transfieran tecnologías de vanguardia a China como condición para el acceso al mercado, proveer vastos recursos estatales para financiar el desarrollo tecnológico nacional, financiar la capacitación de los mejores estudiantes e investigadores chinos en el extranjero y pagar considerable dinero para atraer talento de vuelta a China”. [52]
El Programa de los Mil Talentos incluye como objetivo a casi todos los estudiantes chinos que han ido a Estados Unidos desde la década de 1980 y que tienen acceso a información útil para el desarrollo industrial, tecnológico y económico del régimen –potencialmente decenas de miles de personas. El PCCh está movilizando la capacidad de todo el país y de la población para llevar a cabo una guerra sin restricciones en su reclutamiento de talentos y propiedades intelectuales.
Un sistema nacional total y siniestro
Además del robo liso y llano, el apoyo estatal y los subsidios de China también son un medio importante para que el PCCh logre sus ambiciones. El apoyo estatal significa que el régimen puede usar enormes sumas de dinero para apoyar industrias clave. Efectivamente, se trata de usar el poder nacional de China para ejercer presión sobre las empresas privadas de Occidente. Esto plantea un desafío enorme y único para los países donde los líderes son elegidos democráticamente y dejan las decisiones comerciales a las empresas mismas. Se puede decir que las compañías occidentales ya han perdido antes de que el juego haya comenzado. Los subsidios de China –que en última instancia se sacan del bolsillo del contribuyente sin consentimiento– significan que los fabricantes chinos pueden ignorar los costos reales, lo que los convierte en depredadores imparables en los mercados internacionales.
La industria de celdas solares es un ejemplo clásico de los subsidios del régimen chino. Hace diez años, no había empresas chinas entre los diez principales fabricantes de celdas solares, pero ahora hay seis de China, incluidos los dos principales. La industria de la energía verde se promovió fuertemente durante el primer mandato del presidente Obama, pero en poco tiempo, decenas de fabricantes de paneles solares se declararon en bancarrota o tuvieron que recortar sus negocios ante la competencia implacable de China, lo que quebrantó el entusiasmo por la energía limpia en ese momento [53]. El daño fue causado por el dumping de los productos de de China en el mercado mundial, que fue posible gracias a los subsidios del régimen para su industria solar nacional.
En los países occidentales, los Estados también financian proyectos clave, incluidos los que están a la vanguardia del desarrollo tecnológico. El prototipo de Internet, por ejemplo, fue desarrollado primero por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Sin embargo, en Occidente, la participación del gobierno a nivel nacional es limitada. Una vez que se comercializa una tecnología, las empresas privadas son libres de actuar como prefieran. Por ejemplo, la NASA difundió a la industria sus resultados de investigación avanzada a través de su Programa de Transferencia de Tecnología. Muchos de sus proyectos de software simplemente ponen su código fuente en la web como código abierto. En contraste, el PCCh usa directamente el poder del Estado para comercializar alta tecnología, lo que equivale a usar una “China S.A.” para competir contra empresas occidentales individuales.
El proyecto Made in China 2025 es, por supuesto, inseparable de los subsidios estatales y la planificación industrial estatal. Si el PCCh continúa en su trayectoria actual, la historia de los paneles solares se repetirá en otras industrias, y los productos chinos se convertirán en asesinos mundiales de empleos. Mediante la guerra económica y tecnológica sin restricciones, el PCCh ha logrado que muchas empresas occidentales, incluyendo corporaciones multinacionales, cayeran en una trampa. Entregaron capital y tecnología avanzada, pero no pudieron competir de manera justa en el mercado chino y, en cambio, ayudaron a crear sus propios competidores respaldados por el Estado. El PCCh los utilizó como piezas de dominó para lograr sus ambiciones.
d. El PCCh usa las masas para espionaje
El PCCh considera a la información simplemente como otra arma en su arsenal. Independientemente del ámbito, ya sea relacionado con el Estado, la empresa privada o los emprendimientos individuales, todas las formas de información se consideran algo válido para cumplir con las ambiciones estratégicas del régimen.
El PCCh también ha utilizado leyes para obligar a todos los chinos a participar en su guerra sin restricciones. La Ley Nacional de Inteligencia de la República Popular China, aprobada por el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo, establece claramente que “las agencias nacionales de inteligencia pueden requerir a las agencias, organizaciones y ciudadanos relevantes que brinden el apoyo, la asistencia y la cooperación necesarios” [54]. Esto significa que cualquier ciudadano chino puede ser coaccionado por el PCCh para recopilar información y convertirse en un espía. Esta forma de obtención de inteligencia nunca ha sido vista antes.
El 12 de diciembre de 2018, el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos realizó una audiencia sobre las “actividades de espionaje no tradicionales” del PCCh. Bill Priestap, subdirector del departamento de contrainteligencia del FBI, reveló las características de estas actividades: a veces cumplen las reglas –cuando les conviene– mientras que en otras ocasiones, manipulan y rompen las reglas para lograr sus objetivos. Cuando les es posible, también tratan de reformular las reglas y reformar el mundo según sus propios requisitos.
John Demers, asistente del fiscal general de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia de Estados Unidos, declaró que el plan Made in China 2025 del PCCh, aunque en la superficie apunta a mejorar la innovación, es en esencia un manual sobre qué robar. Reveló que de 2011 a 2018, más del 90 por ciento de los casos de espionaje económico que presuntamente involucran o benefician a un país estaban relacionados con China (es decir, el PCCh), y que más de dos tercios de los casos de robo de secretos comerciales están relacionados con China (de nuevo, es decir, el PCCh). [55]
En la sección anterior hablamos de las empresas de piratería informática del PCCh y de cómo inducen a empleados a robar la propiedad intelectual occidental. De hecho, el espionaje del PCCh está lejos de limitarse a la propiedad intelectual.
El PCCh controla todas las principales empresas privadas en China y utiliza estas “empresas privadas” nominales para recopilar inteligencia internacional. Ted Cruz, senador de Estados Unidos por Texas, dijo que Huawei era una “agencia de espionaje del Partido Comunista apenas encubierta como una compañía de telecomunicaciones”. “Sus redes de vigilancia cubren todo el mundo y sus clientes son regímenes canallas como Irán, Siria, Corea del Norte y Cuba. El arresto de la CFO de Huawei, Wanzhou Meng, en Canadá, es tanto una oportunidad como un desafío”, escribió. [56]
Según una encuesta publicada en enero de 2018 por el periódico francés Le Monde, la información confidencial de la sede central de la Unión Africana (UA) en Etiopía fue enviada a Shanghai todas las noches durante cinco años. El PCCh fue acusado de estar detrás del hackeo. Un informe publicado por el Australian Strategic Policy Institute (ASPI) el 13 de julio reveló que Huawei es el proveedor de parte de la infraestructura de la tecnología de redes del edificio de la sede central de la UA. [57]
André Ken Jakobsson, becario postdoctoral en el Centro de Estudios Militares de Copenhague, dijo: “Lo preocupante es que el PCCh puede obtener información muy importante y delicada. Pueden ingresar a un sistema que controla a toda nuestra sociedad. Todo estará conectado a la red 5G en el futuro. Nos preocupa que el país que provee dichos equipos, –China [el PCCh]– controle el interruptor”. [58]
En China, el PCCh utiliza cámaras, redes de computadoras e inteligencia artificial equipada con tecnología de reconocimiento facial para crear una red de monitoreo omnipresente. Si no se detiene, es probable que la situación que prevalece en China hoy se extienda por todo el mundo mañana.
Al mismo tiempo, el PCCh ha utilizado hackers a gran escala. Ya en 1999, los hackers del PCCh se hicieron pasar por un sitio web de Falun Dafa en el extranjero y atacaron el Departamento de Transporte de Estados Unidos. El Departamento se contactó con el sitio web de Falun Dafa para aclarar los hechos. Luego, el personal relevante investigó y descubrió que el verdadero hacker provenía de una agencia de inteligencia dirigida por el Partido Comunista Chino. [59]
En junio de 2015, el gobierno federal de Estados Unidos fue invadido por hackers del PCCh que robaron una gran cantidad de información confidencial –la información de más de 21,5 millones de estadounidenses. Las personas afectadas incluyeron 19,7 millones de empleados gubernamentales y 1,8 millones de familiares de estos empleados gubernamentales.
En noviembre de 2018, Marriott International anunció que la información privada, incluidos los pasaportes, de hasta 500 millones de huéspedes fue atacada por hackers, algo que se remonta al 2014. El Secretario de Estado estadounidense Michael Pompeo confirmó el 12 de diciembre de 2018 que el hackeo fue realizado por el PCCh. Marriott es el mayor proveedor de hoteles para el gobierno y el ejército de Estados Unidos.
e. La guerra sin restricciones toma muchas formas
El PCCh también utiliza completamente otros métodos de guerra sin restricciones. Algunos ámbitos importantes se enumeran a continuación.
Guerra diplomática sin restricciones
El método diplomático típico del PCCh es dividir y reinar. Cuando el mundo critica al PCCh por sus violaciones a los derechos humanos, el PCCh invita a cada país a hablar sobre los derechos humanos por separado. Si bien muchos países han hablado sobre cuestiones de derechos humanos con el PCCh en privado, hacerlo así no tiene ningún efecto restrictivo sobre el Partido. Simplemente pospone y discute con los distintos países individualmente, pero nunca hace cambios sustanciales. Además, prácticamente ha desintegrado las normas internacionales que salvaguardan los derechos humanos. El PCCh utilizó este método para escapar de las condenas y las sanciones, y luego se unió a la Organización Mundial del Comercio (OMC). De inmediato, comenzó a utilizar medios económicos para tentar a varios países, y luego volvió a utilizar el método de divide y reinarás para lograr avances a gran escala en diversos ámbitos.
El PCCh también usa tácticas deshonestas de diplomacia de rehenes para arrestar y amenazar a chinos y no chinos hasta que se cumplan sus exigencias. Antes de que el PCCh obtuviera el estatus de Relaciones Comerciales Normales Permanentes con Estados Unidos, arrestó a disidentes antes de casi todas las sesiones de negociación y luego, durante las negociaciones, utilizó la liberación de los disidentes para alcanzar sus objetivos. El Partido Comunista desprecia a los derechos y las vidas de su propio pueblo, pero sabe que la sociedad occidental se preocupa por cuestiones como los derechos humanos básicos. Por lo tanto, utiliza a sus propios ciudadanos como rehenes, pone un cuchillo en el cuello del pueblo chino y lo usa para amenazar al enemigo, Estados Unidos. Esto refleja verdaderamente la práctica de una guerra sin restricciones del PCCh.
Con el rápido desarrollo de la economía, el PCCh se ha vuelto más audaz y los rehenes extranjeros se han convertido en peones diplomáticos. El mencionado Su Bin fue acusado por Estados Unidos de hackear una base de datos militar de Estados Unidos en 2014. Posteriormente, la pareja canadiense Kevin y Julia Garratt fueron arrestados por el PCCh y acusados de espionaje.
Después del arresto de la vicepresidente y directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, en Vancouver, el 1 de diciembre de 2018, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China inició una serie de protestas. El consulado del PCCh en Canadá movilizó a una gran cantidad de chinos procomunistas en el extranjero para protestar. Además, el PCCh arrestó a tres ciudadanos canadienses como represalia [60]. Esto fue tanto para poner presión directa sobre Canadá como para abrir una brecha entre Canadá y Estados Unidos.
La ilegalidad es el modus operandi del PCCh. Cualquier extranjero en China puede convertirse en rehén en cualquier momento y ser utilizado como moneda de cambio con fines políticos, económicos y diplomáticos. Además, cuando el PCCh amenaza a los chinos que viven fuera de China, especialmente a los disidentes, suele utilizar a los familiares de estos disidentes en China como rehenes.
Guerra militar sin restricciones
El PCCh ha desarrollado armas asimétricas, como misiles antibuque y misiles “mataportaaviones”. En términos de armas convencionales, el PCCh ha intentado superar la supremacía tecnológica de Estados Unidos teniendo una mayor cantidad de material apuntado a dichos activos valiosos. El PCCh ha crecido económica y técnicamente, otorgando un mayor espacio operacional a implementar la guerra cibernética, la guerra en el espacio exterior y otros vectores de ataque de alta tecnología no convencionales contra Estados Unidos, como se mencionó en la sección anterior.
El EPL declara públicamente que la conducta del tipo de guerra que desea “aparecería de una manera que es transnacional, que abarca varios dominios y utiliza cualquier medio necesario”. En la guerra ideal del EPL, “las fronteras nacionales tangibles, el ciberespacio intangible, el derecho internacional, las leyes nacionales, los códigos de conducta y la ética no son vinculantes para ellos [las fuerzas del EPL]”. “No se responsabilizan de nadie y no están restringidos por ninguna norma. Cualquiera puede ser un objetivo, y cualquier medio puede ser utilizado”. Los autores de Guerra sin restricciones, ambos coroneles chinos, declaran a sus lectores: “¿Has considerado combinar lo que es campo de batalla con lo que no es campo de batalla, la guerra con la no guerra, lo militar con lo no militar, específicamente, combinando aviones furtivos, misiles de crucero y asesinos de redes, guerra nuclear, guerra financiera y ataques terroristas? O, en palabras simples, Schwarzkopf [Comandante en Jefe de la Fuerza Multinacional de la Guerra del Golfo] + Soros + Morris [creador del virus informático Morris Worm] + Bin Laden? Esta es nuestra verdadera carta”. [61]
Guerra financiera sin restricciones
El PCCh ha comenzado a promover su propio sistema de pago financiero y el uso del renminbi mediante la “asistencia económica” y empresas privadas, en un intento por construir una infraestructura global. Pretende utilizar el renminbi para reemplazar el dominio del dólar estadounidense en el campo de la circulación internacional de divisas. De acuerdo con la estrategia de guerra financiera sin restricciones del PCCh, el régimen puede lograr sus objetivos simplemente imprimiendo enormes cantidades de dinero, destruyendo así el sistema financiero cuando sea necesario. Los centros de estudio del PCCh han abogado por la armamentización de las reservas de divisas extranjeras.
Guerra de Internet sin restricciones
Mediante los esfuerzos de Huawei y ZTE para aprovechar el mercado de la tecnología 5G, el PCCh se esfuerza por obtener una posición dominante en los estándares 5G, y quiere desempeñar un papel de liderazgo mundial en la nueva tecnología. El exdirector de la Reserva Federal de Dallas dijo: “Si China ganara la carrera, establecería los protocolos para Internet, así como el inglés reemplazó al alemán como el idioma de la ciencia y se convirtió en el idioma de toda actividad crucial a escala mundial”. [62]
Internet tomó forma en un mundo en el que los flujos de información eran completamente diferentes a los del mundo tradicional, y el mundo online, a su vez, puede restringir e influir en nuestro mundo real. En la actualidad, Internet atraviesa una nueva ronda de evolución, con la tecnología 5G como centro. Con la combinación de 5G y la inteligencia artificial, Internet se está moviendo hacia la “Internet de las cosas” o la digitalización de todo el mundo. El control de Internet sobre el mundo físico se está expandiendo drásticamente, y las reglas de todo el mundo están siendo reescritas. Si el PCCh domina el 5G, podrá actuar sin impedimentos.
Además, hay una gran cantidad de información que fluye por Internet. Una vez que las operaciones de propaganda externa del PCCh se integren con éxito con un 5G controlado por China, sus esfuerzos sutiles de lavado de cerebro superarán con creces la escala y el impacto actuales.
Guerra de narcóticos sin restricciones
En una reunión de gabinete de Estados Unidos celebrada el 16 de agosto de 2018, el presidente Trump dijo que la proliferación de opioides basados en el fentanilo de China es “casi una guerra” [63]. En 2017, hubo más de setenta mil casos de sobredosis de drogas en Estados Unidos, de los cuales más del 40 por ciento estuvo relacionado con los opioides sintéticos (principalmente fentanilo y sus análogos). Estas drogas se producen principalmente en China y luego ingresan a Estados Unidos a través del servicio postal de EE. UU. o se introducen de contrabando en México y luego ingresan a Estados Unidos a través de la frontera suroeste de Estados Unidos. [64]
Markos Kounalakis, investigador principal de la Universidad de Europa Central y profesor visitante del Instituto Hoover de la Universidad de Stanford, escribió en noviembre de 2017 sobre el fentanilo: “Es, en última instancia, un químico. Y está siendo utilizado como un arma en la Guerra del Opio del Siglo XXI de China contra Estados Unidos”. Dijo que el fentanilo ha matado a miles de estadounidenses y lo citó como un ejemplo de la estrategia del PCCh: el PCCh utiliza el valor real de este químico como una “exportación rentable de opio que también destruye las comunidades estadounidenses y perturba el panorama político de Estados Unidos”. [65]
Guerra de población sin restricciones
En septiembre de 2018, una familia china de viaje en Suecia provocó un escándalo en un hotel sueco al decir falsamente que había sido maltratada por la policía. Después de la exageración de la embajada china y los medios de comunicación chinos, los chinos comenzaron a boicotear a IKEA y H&M [66]. El canal de televisión sueco SVT emitió un programa sarcástico sobre el incidente, lo que agravó aún más la situación. Decenas de miles de internautas chinos inundaron los sitios web de la Embajada de Suecia, del presentador de televisión Jesper Rönndahl y la página de Facebook de la estación de televisión. [67]
Después de sesenta años de destrucción de la cultura tradicional y su reemplazo con la cultura del Partido Comunista, el PCCh es capaz de coaccionar a miles de millones de chinos y convertirlos en un ejército de masas, simplemente agitando la bandera del nacionalismo. Antes del nonagésimo aniversario del Ejército Popular de Liberación en 2017, el PCCh ideó un software que puede agregar uniformes del EPL a una persona en una imagen subida a Internet. En solo unos días, la app recibió más de mil millones de visitas.
El PCCh puede usar el nacionalismo para controlar al público porque la gente no conoce la verdadera historia del Partido. En particular, la gente no entiende el historial de matanzas del PCCh. Por lo tanto, generaciones de chinos que crecieron con la cultura del Partido llevan la cultura del Partido a donde quiera que vayan. Cuando van a vivir al extranjero, exportan la cultura del Partido y se convierten en parte del ejército masivo del régimen en el extranjero.
El PCCh ya ha formado exitosamente a una generación de personas que obedecerán sus órdenes sin la necesidad de ser coaccionados o monitoreados. Esto ha fortalecido la capacidad del PCCh de controlar este ejército en el mundo libre y usarlo para la subversión. Si se desatara una guerra, este tipo de guerra de la población en masa podría tener graves consecuencias.
Guerra cultural sin restricciones
El PCCh ha estado promocionando la cultura del Partido y sus valores bajo la bandera de la cultura y las costumbres tradicionales chinas durante muchos años. La gente de todo el mundo tiene un gran interés en la larga historia y la rica cultura de China, pero su comprensión es muy limitada. El PCCh lo sabe bien y se aprovecha al máximo de ello. Al adoptar algunas de las formas superficiales de la cultura tradicional, el PCCh se ha disfrazado de guardián y verdadero representante de la cultura china, haciendo que sea extremadamente difícil para la gente de otros países ver el engaño.
Otras formas de guerra sin restricciones
El régimen comunista chino declaró la Guerra Híbrida Asimétrica contra Estados Unidos y sus aliados occidentales al lanzar su Programa 863 nacional-estatal en 1986. El objetivo final de esta guerra es superar a Estados Unidos en los frentes económico y militar, y así reemplazar a Estados Unidos en su rol de líder mundial. Es una guerra basada en el engaño y el completo desprecio por cualquier regla, y las estrategias detrás de ella son parte de su programa de guerra sin restricciones. [68]
Durante el movimiento del 4 de junio de 1989, el PCCh ordenó a los soldados y a la policía que se disfrazaran de civiles en Beijing y causaran disturbios, para que el Ejército pudiera usarlos como excusa para su asesinato en masa, al que llamó “suprimir los disturbios”. En la persecución a Falun Dafa, el PCCh montó el incidente de la “autoinmolación” para justificar la consiguiente intensificación de la persecución. Durante el movimiento Ocupar Central con amor y paz de Hong Kong, el PCCh transportó personas desde Shenzhen para incitar la violencia en Hong Kong, obligando a la policía a intensificar su represión con violencia.
A los ojos del PCCh, el homicidio y el asesinato son métodos comunes, y en el futuro, el Partido puede usar los mismos métodos (envenenamiento, asesinato, explosiones, el sabotaje de redes eléctricas o las instalaciones de transporte, etc.) para crear el caos y el conflicto en Occidente.
La esencia de la guerra sin restricciones es destruir la moral de la humanidad y movilizar a las personas malvadas para que destruyan la humanidad paso a paso. El PCCh tiene una gran habilidad para tentar a las personas a ir en contra de la moral y de su propia conciencia, y quienes lo hacen suelen terminar siendo pasivos ante los abusos del PCCh –o participantes activos. Por lo tanto, para figuras influyentes en la esfera política, económica, militar, mediática, cultural, tecnológica, educativa y otras, el PCCh intenta por todos los medios descubrir sus debilidades humanas –ya sean intereses o deseos personales– y los utiliza para hacer que la gente colabore voluntariamente con el Partido. Cuando esto no funciona, el PCCh puede usar amenazas e intimidación para aprovecharse de sus temores o errores, y así chantajearlos para ayudar al Partido. En algunos casos, el PCCh incluso ha proporcionado órganos obtenidos mediante el asesinato para comprar a figuras influyentes que necesitan un trasplante.
Los recursos que el PCCh puede utilizar para infiltrarse en otros países desafían la imaginación, y los hechos descubiertos son solo la punta del iceberg. Personas en todos los ámbitos de la vida, especialmente en política y negocios, se han convertido en las herramientas del PCCh en su campaña de guerra sin restricciones, y con el tiempo surgirán más pruebas que muestran cuántos han caído en esta trampa. Casi todos los países del mundo han empezado a percibir las ambiciones globales del PCCh y sus medios malvados y sin restricciones. También han visto el impacto destructivo de los agentes del PCCh en momentos críticos.
4. El “Modelo de China” y su impacto destructivo
En la última década, más o menos, los portavoces del Partido Comunista, así como algunos académicos y periodistas occidentales, han promocionado vigorosamente el concepto del “modelo chino” o términos similares, como la “manera china”, el “milagro de China” o el “consenso de Beijing”. El supuesto modelo de China generalmente se refiere a la combinación de totalitarismo político y capitalismo de amigos del PCCh para lograr la “estabilidad social” y el rápido desarrollo económico. De hecho, la esencia del “modelo de China” es el “modelo del PCCh”, una abominación política nunca vista antes en la historia de la humanidad.
La propaganda destinada a apoyar la legitimidad del “camino chino” comunista generalmente cae en estas cuatro categorías: desarrollo económico, estabilidad social, opinión pública (cuando los civiles actúan como súbditos sometidos) y reconocimiento internacional.
Sin embargo, estos cuatro argumentos son indefendibles para aquellos que pueden ver claramente las cosas. Las altas tasas de crecimiento económico no pueden ocultar la forma retorcida, a menudo malvada, del desarrollo económico que toma el PCCh.
El supuesto milagro económico del régimen es en realidad el resultado de la energía liberada por el pueblo chino después de décadas de supresión y el retorno parcial a las condiciones normales del mercado durante la reforma y la apertura. Este crecimiento se ha logrado mediante el pisoteo de los derechos humanos, el robo de propiedad intelectual, la explotación incontrolada de los recursos naturales y la destrucción del medio ambiente natural. Tal crecimiento no es ético ni sostenible. Hay numerosos problemas estructurales en la economía china, ninguno de los cuales puede resolverse bajo el sistema político existente. Cuando estos problemas lleguen al punto crítico, traerán desastres al pueblo chino y al resto del mundo.
Todos los argumentos del PCCh no valen nada. El régimen comunista chino tiene control sobre todas las fuerzas armadas en China y mantiene la estabilidad con un puño de hierro y vigilancia. El Partido puede, entonces, lograr la “estabilidad” social durante mucho tiempo. El PCCh monopoliza todos los medios de comunicación dentro de China y ha eliminado las voces opositoras. En el mundo de hoy, cuando la moral en general ha caído, no es difícil encontrar idiotas útiles en la comunidad internacional y hacer que actúen como amigos de China y canten alabanzas al PCCh. Es evidente que los supuestos logros del modelo chino del PCCh no pueden ocultar los crímenes atroces cometidos por el régimen.
La naturaleza del PCCh significa que siempre se opondrá a la cultura tradicional, la moral ortodoxa y los valores universales. El PCCh de hoy es el eje del mal en el mundo y el enemigo de la humanidad. Si el mundo no puede despertar y tomar medidas contra el régimen, esto traerá desastre al mundo por las siguientes razones.
China tiene un vasto territorio y una gran población. Se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo y, desde 2010, la segunda potencia militar con armas nucleares. Ninguna fuerza tiránica en la historia o en la actualidad ha tenido nunca un poder económico y militar tan enorme como el PCCh. El PCCh absorbió los elementos más siniestros y deformes de los regímenes totalitarios modernos y las antiguas tácticas chinas como su ideología para el control. Por lo tanto, el PCCh nunca cumple con las reglas, y su estrategia es a la vez profunda y despiadada, generalmente más allá de la imaginación y la comprensión de los líderes y estrategas de otros países. Al secuestrar a 1300 millones de chinos, el PCCh ha presentado un enorme y codiciado mercado al mundo, que atrae capitales, empresarios y políticos extranjeros. Hace que estos hagan la vista gorda a las violaciones de los derechos humanos y la maldad del PCCh, y en algunos casos, incluso hace que cooperen con el PCCh en sus crímenes.
El PCCh ha matado a ochenta millones de chinos. En los últimos tiempos, ha cometido innumerables crímenes contra los practicantes de Falun Dafa, cristianos clandestinos, tibetanos, uigures, disidentes y personas en la base de la sociedad. Una vez que el régimen se derrumbe, será llevado ante la justicia y castigado por todos sus crímenes. Para evitar este destino por cualquier medio necesario, el PCCh opta por seguir el camino perverso del totalitarismo e intensificar la persecución, negándose a abandonar el escenario mundial. Como un delincuente reincidente, el PCCh está ansioso por escapar y no dudará en cometer más crímenes horribles para protegerse.
El Partido Comunista Chino es el principal agente del espectro comunista en el reino humano. Destinado a la eliminación, la existencia del PCCh siempre ha estado acompañada por un fuerte sentido de crisis y miedo. Impulsado por una sensación de crisis constante, el PCCh recurre a todos los medios necesarios en momentos críticos y toma medidas extremas para seguir adelante. Impulsado por este sentido de crisis, el PCCh considera a Estados Unidos, cuya función es mantener el orden internacional, como su principal enemigo, y se ha fortalecido en secreto para intentar reemplazar a Estados Unidos y dominar el mundo.
Al mismo tiempo, el PCCh ha utilizado una serie de medios para exportar el modelo del PCCh y la ideología del Partido Comunista, envenenando al mundo. La iniciativa “Una Franja, Una Ruta” (también conocido como OBOR) y proyectos similares han demostrado las ambiciones geopolíticas del Partido. Lo que es aún más aterrador es que el PCCh se está preparando para la batalla final contra Estados Unidos con dedicación, determinación y esfuerzo ininterrumpido.
Todas las ambiciones del PCCh –las cuales persigue mediante el poder blando, el poder duro y el poder filoso– se basan en un desprecio total por la moral y apuntan a servir a su mayor ambición de destruir la moral tradicional y los valores universales. El objetivo del PCCh es establecerse como un imperio malvado y un régimen mundial. Apunta a llevar la opresión totalitaria al mundo: un Estado policial global caracterizado por el lavado de cerebro, el control mental, la vigilancia masiva, la eliminación de la propiedad privada, el ateísmo oficial, la eliminación de la religión y la cultura tradicional, los deseos carnales desenfrenados, la corrupción y la degeneración moral. Su objetivo es arrastrar al mundo a la pobreza y al caos, convertir a los hombres en bestias y empujar a la humanidad a un abismo de degradación moral. Todo esto es el camino dispuesto por el espectro comunista en su intento de destruir a la humanidad.
El PCCh es un régimen político, un mecanismo y un fenómeno social único. Su propósito es destruir las culturas tradicionales y los valores universales que Dios dejó para la humanidad. Si la moral ortodoxa que ha ayudado a la humanidad a sobrevivir durante miles de años es realmente destruida, el resultado será la destrucción de toda la raza humana. Por lo tanto, además de sus esfuerzos militares, económicos, científicos y tecnológicos, el PCCh también está decidido a imponer su ideología del ateísmo y las cosmovisiones distorsionadas del bien y el mal en otros países. El PCCh está utilizando una variedad de métodos para corromper a figuras políticas y mediáticas de todo el mundo para inculcar su cultura del Partido en estos países. Su objetivo final es que estas personas influyan en la sociedad en general y ayuden a arrastrar a todos hacia abajo con el PCCh. Esta es la verdadera intención de su promoción mundial del tal llamado “modelo de China”.
5. Lecciones aprendidas y la única salida
a. La política de apaciguamiento fue un grave error
En marzo de 2018, en un artículo titulado “Cómo Occidente se equivocó con China”, The Economist reflexionó sobre la política que los países occidentales adoptaron hacia China, su apuesta a que China se dirigiría hacia la democracia y la economía de mercado. El artículo admitía que la apuesta de Occidente ha fracasado, que China bajo el PCCh no es una economía de mercado y que, en su curso actual, nunca lo será. Por el contrario, el PCCh trata los negocios y el comercio como extensiones del poder estatal y los controla como tales. Utiliza su monopolio sobre el poder para moldear la economía global, usa el dinero para manipular a los socios comerciales y castiga a los individuos y grupos con los que no está de acuerdo. [69]
Ambicioso y ansioso por afirmar su hegemonía global, el PCCh representa una seria amenaza para el mundo. Lamentablemente, hasta el día de hoy, muchos países, gobiernos y figuras políticas aún desean hacerse amigos del PCCh, ajenos al peligro. La relación está ilustrada por un dicho chino: “criar al cachorro de tigre para ponerse en peligro en el futuro”.
Sin la ayuda de los países occidentales desarrollados y el apoyo de tantas corporaciones multinacionales, gigantes de alta tecnología y grandes instituciones financieras, el PCCh no podría haberse desarrollado de una economía débil con un régimen al borde del colapso a un eje indomable del mal en el corto lapso de unas pocas décadas. Ha extendido su influencia y ahora desafía descaradamente a Estados Unidos en regiones y dominios de todo el mundo.
Michael Pillsbury, un experto en seguridad nacional, ha argumentado que Occidente siempre ha mantenido expectativas poco realistas con el PCCh, como creer que inevitablemente se volvería más democrático, que anhelaba una sociedad capitalista al estilo estadounidense, que inevitablemente se integraría en el orden social internacional, que los intercambios entre Estados Unidos y China producirían una cooperación total, o que los elementos de línea dura en el PCCh eran débiles, y así sucesivamente. Pillsbury instó encarecidamente al gobierno de Estados Unidos a enfrentar rápidamente la realidad de la situación y adoptar medidas contra el PCCh, de lo contrario el PCCh ganaría. [70]
Steve Bannon también advirtió: “El liderazgo chino nunca tuvo la intención de unirse al orden internacional liberal de posguerra basado en reglas. Tenían su propio plan, y lo ejecutaron de manera muy rigurosa” [71]. Este plan es que el PCCh use el poder estatal para controlar las industrias globales clave, se involucre audazmente en la expansión geopolítica y logre la hegemonía global en tecnología y finanzas mientras ignora las normas globales de conducta imperantes.
b. ¿Por qué Occidente se equivocó con China?
Occidente se equivocó con China por muchas razones: los complejos planes del espectro comunista mencionados anteriormente, la duplicidad y la naturaleza camaleónica del PCCh, y la dificultad que tienen las sociedades libres para diferenciar a China del PCCh. Además, Occidente se equivocó con China debido a la búsqueda de ganancias a corto plazo, ya sea por parte de individuos, empresas o naciones enteras. Esto brindó una nueva oportunidad para que el PCCh se aprovechara.
El PCCh moralmente corrupto se enfoca en las brechas en la moralidad de las personas en las sociedades libres, personas cuya búsqueda de ganancias insignificantes a corto plazo permite al PCCh infiltrarse y corromper los cimientos de estas sociedades. Si examinamos en detalle las políticas adoptadas por Estados Unidos con respecto al PCCh, en gran medida, las políticas se basan en consideraciones de ganancias a corto plazo en lugar de los intereses más fundamentales de Estados Unidos a largo plazo, como el espíritu sobre el cual el país fue fundado.
La gloria y la autoridad de la humanidad provienen de Dios y están determinadas por el nivel moral del hombre. La prosperidad y la fuerza otorgada a un grupo étnico y a una nación también dependen de su nivel moral. Usando medios comunes, el hombre es simplemente incapaz de rechazar los planes del espectro. Siguiendo esta lógica, se vuelve claro dónde se ha equivocado Occidente: independientemente de los métodos humanos aplicados, fundamentalmente no van a funcionar para rescatar a la gente de las garras del mal.
Muchos gobiernos, grandes empresas y empresarios pueden, por un cierto período, obtener aparentes beneficios con el PCCh a cambio del sacrificio de sus principios morales. Pero al final, perderán más de lo que ganan. Tales beneficios superficiales mal habidos son todos venenosos. Solo al no codiciar los intereses inmediatos uno tendrá un futuro brillante.
El PCCh no es un partido político o un régimen en el sentido normal. No representa al pueblo chino. Representa al espectro comunista. Asociarse con el PCCh es asociarse con el diablo. Ser amigable con el PCCh es satisfacer al demonio, ayudarlo y jugar un papel en empujar a la humanidad hacia la destrucción. Por el contrario, rechazar al PCCh es participar en la batalla entre el bien y el mal. Este no es un asunto simple de países que luchan por intereses nacionales. Es una batalla por el futuro de la humanidad.
c. ¿Cuál es la salida?
Hoy, China y el mundo se encuentran en una encrucijada. Para el pueblo chino, no se puede esperar que el Partido Comunista Chino, que tiene innumerables deudas de sangre, haga reformas reales. China estará mejor solo cuando esté libre del Partido Comunista. Al eliminar al Partido Comunista, que es como un tumor maligno, China prosperará.
Para la gente de todo el mundo, China es conocida como la tierra de una antigua civilización caracterizada por la cortesía y la rectitud. Libre del Partido Comunista, China volverá a ser un miembro normal del mundo civilizado, una nación cuyos recursos humanos y naturales, diversas tradiciones antiguas y patrimonio cultural formarán parte del tesoro de la humanidad.
En tiempos de grandes dificultades, más y más chinos se están dando cuenta de la naturaleza malvada del PCCh. Con la publicación de los Nueve comentarios sobre el Partido Comunista en noviembre de 2004, un número creciente de personas comenzó a recuperar su valor moral y tomó la decisión de separarse del espectro comunista. Más de 300 millones de chinos han renunciado al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Si el mundo libre puede apoyar la tendencia de renunciar al PCCh y romper todos los vínculos con el espectro, el PCCh no podrá seguir actuando como lo hace a nivel mundial.
La aparentemente indomable Unión Soviética se disolvió de la noche a la mañana. Aunque el PCCh está mostrando sus colmillos a nivel mundial, su disolución podría ocurrir con la misma rapidez una vez que el mundo reconozca su naturaleza maligna y tome la decisión recta.
El ascenso del PCCh se debe principalmente a la corrupción moral y al hecho de que los ojos de las personas se ven cegados por la búsqueda de intereses personales. Para escapar de este destino, debemos reunir nuestro coraje moral, revivir los valores tradicionales y tener una firme creencia en lo Divino.
Para derrotar a un espectro como el PCCh, nunca es suficiente con simplemente depender del poder humano. Un espectro maligno tiene mayor poder que el hombre, y esta es la causa subyacente de la expansión continua del PCCh. Sin embargo, un espectro nunca puede competir con lo Divino. Mientras los humanos puedan permanecer junto a Dios y cumplir con la voluntad divina, los humanos serán bendecidos y dotados de gran poder.
El PCCh es el enemigo de toda la humanidad. Resistir las ambiciones del PCCh es en efecto salvar a la civilización humana y su futuro. El PCCh está destinado a la eliminación, por lo que rechazar el PCCh significa evitar el destino de ser eliminado junto con este, y significa ayudar a salvar a la humanidad misma.
| Capítulo 18 (Parte 1) | Conclusión |
Referencias
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3. Ibid., 6 [喬良、王湘穗：《超限戰》（北京：解放軍文藝出版社，1999），頁1，頁6]. [En chino]
4. Qiao Liang and Wang Xiangsui, Unrestricted Warfare and Anti-Unrestricted Warfare: How Will Americans Counter the Chinese New Strategy? (Beijing: Changjiang Literature and Art Press, 2016) [喬良、王湘穗：《超限戰與反超限戰：中國人提出的新戰爭觀美國人如何應對》（北京：長江文藝出版社，2016]. [En chino]
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